Las personas físicas y morales están obligadas a cubir una tasa del 30% del Impuesto Sobre la Renta.
El ISR es una carga fiscal directa, que se aplica a los ingresos obtenidos, como consecuencia del incremento del patrimonio de un contribuyente, por lo que las personas morales están obligados a pagar una tasa del 30%, mientras que las personas físicas deben pagar una tasa variable, que va desde 1.92% al 35%, de acuerdo con lo que establece la Ley.
El objetivo de este impuesto, es registrar la riqueza en formación, es decir, es llevar el control del uso de los bienes inmuebles, ganancias y dividendos, así como las actividades profesionales, intereses y premios obtenidos.
El pago de los impuestos es necesario para el sostén de los gasto públicos, la distribución de la renta, así como el buscar una mayor eficiencia en la economía, y con ello mitigar la crisis, por ende, dicho impuesto debe ser pagado por todas las personas que residen en México, sin importar su lugar de procedencia.
Casos en que debe pagarse el ISR
El pago de este impuesto aplica para los regímenes de salarios por honorarios, remuneraciones a miembros de Consejos, administradores, comisarios, gerentes; además, negocios de arrendamiento de muebles e inmuebles.
Aquellos, regímenes de arrendamiento de muebles a inmuebles, así como los contratos de servicio turístico de tiempo compartido; enajenación de acciones; arrendamiento financiero; regalías; asistencia técnica y publicidad; intereses y premios.
La realización de actividades artísticas, deportivas o espectáculos públicos; remanente distribuible de personas morales con fines no lucrativos.
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Todas las actividades relacionadas con los muebles a inmuebles, así como la venta, la construcción de obras, instalación, mantenimiento o montaje en bienes inmuebles, inspección o supervisión de otros impuestos.
Los ingresos por la comercialización o fabricación, también son actividades que generan pago de impuestos de forma automática.